Objetivo: Diseccionar un conejo para observar sus diversos órganos y su disposición a lo largo de su cuerpo.
Fundamento teórico: El conejo común o conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) es una especie de mamífero lagomorfo de la familia Leporidae, y el único miembro del género Oryctolagus. Se trata de un mamífero roedor de aproximadamente 40 centímetros de largo, de orejas largas y cola muy corta. Tiene cuatro dedos en las patas posteriores y cinco en las anteriores. Se alimenta básicamente de plantas herbáceas y gramíneas, raíces y bulbos, además de cortezas de plantas leñosas y frutos silvestres y de las huertas. El resto de características puede variar dependiendo de la especie.
Material: Un conejo muerto, Bisturí, Guantes, Tijeras y Bolsas de conserva.
Método: Iniciamos haciendo una incisión central (con mucho cuidado) con la ayuda del bisturí. A continuación, rompemos el esternón, y abrimos las costillas para observar la disposición de los órganos con mayor facilidad y para extraer con de forma más sencilla los órganos, comenzando con el intestino. Aquellos que pueden servir para futuras prácticas son guardados en bolsas de conserva. Finalmente, para observar el corte de la médula, y es necesario cortar la cabeza, extrayendo y almacenando los ojos para futuros estudios.
Observación: Hemos podido observar gran parte de los órganos, entre los cuales caben destacar los intestinos, el estómago, el hígado, los riñones, la vejiga urinaria y el corazón.
Conclusión: Los conejos, al ser hervíboros, necesitan aprovechar la mayor cantidad de nutrientes que pueden ser obtenidos de las plantas, ya que éstas no suelen ser demasiado nutritivas, por esa razón, poseen intestinos relativamente más largo que el de los seres humanos. De resto, se puede decir que poseen organos muy similares a los de los humanos, y dicha semejanza también se refleja en cuanto a la disposición de cada uno en el interior del cuerpo.
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